*Este artículo fue publicado con fines académicos.
Mayo 2019
Por Revista Industria & Negocios
Víctor Manuel Gallardo Mansylla-Placeres, más conocido como Manolo Gallardo, es quien ha hecho los retratos a lápiz de los expresidentes de Cámara de Industria de Guatemala (CIG).
Suman 33 obras, que inician con el dibujo de Rafael David, primer titular de la institución; hasta Óscar Emilio Castillo, quien entregó el cargo al actual presidente, Juan Carlos Tefel. Todos los cuadros se conservan en la sala de Junta Directiva, en el nivel 13 del edificio de CIG.
Gallardo califica esta experiencia como positiva y gratificante. Además, indicó que la idea inicial no fue hacer una gran galería, sin embargo, su trabajo se convirtió precisamente en esto.
Retratos
Como anécdota, recordó que el retrato de Thomas Dougherty, al inició no fue hecho por él. Pues, por razones que desconoce, la Cámara decidió contratar a otro artista para tal cometido. Pero al final, Dougherty solicitó que Gallardo hiciera el dibujo de él.
Yo pinto para mí. Solo los retratos, son los que hago de pedido. Pero mi obra creativa la hago para mí, si alguien le gusta entonces hacemos negocio.
El ilustrador comentó que basta con que le proporcionen una “buena foto” para que él pueda trabajar. Pues por las agendas de los industriales, es difícil que posen para que Gallardo trabaje el retrato.
“Lo que es indispensable es que la persona vea el resultado final, para que pueda hacer los últimos toques y que el interesado quede conforme al 100%”.
Historia y técnica
Manolo Gallardo nació para pintor. Aunque su padre se oponía a que se dedicara a este arte, a finales de 1957, recién iniciada su carrera artística, viajó a España, con una supuesta beca que ya en el lugar no se concretó y lo hizo pasar penurias. A lo que él califica como una experiencia que le ayudó a tensar las cuerdas del alma.
Sin embargo, logró abrirse paso por su cuenta y estudió en varias escuelas, principalmente en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Artium y Peña de Madrid, y Academia de San Carlos, en Valencia; todas en España.
Desarrolló una técnica realista impecable, la cual llegó a dominar a tal punto que sus pinturas fluyen en forma natural. Su trazo es firme y refinado. La pulcritud de su dibujo impresiona. Después de 65 años de pintar, "ya lo hago con los ojos cerrados", expresó.
“Empecé a pintar a los 7 años. Mi papá presumía lo que hacía con sus amigos y siempre fui premiado desde el colegio".
Sus obras, de una estructura sólida y novedosa se distinguen más en formatos grandes, en donde la concepción llega a tener un alto grado de complejidad. Su obra El ocaso de los ángeles, la más complicada, representa 160 personajes.
El artista ha seguido firme en el realismo académico, casi fotográfico, similar a la corriente hiperrealista. Esto lo hace caminar en forma independiente de las nuevas tendencias de la pintura. Las modas van y viene, pero el realismo ha existido siempre.
Su obra no se ha desarrollado en etapas, sino más bien evoluciona constantemente. Y el desnudo es una constante en sus cuadros como símbolo de perfección de acuerdo al concepto clásico de la belleza.
Además, es escultor, amante de la música clásica y excelente fotógrafo.
Premios y exposiciones
Desde 1954 hasta la fecha ha recibido más de 50 reconocimientos nacionales e internacionales. En 1995 recibió la Orden del Quetzal en grado de Gran Oficial. En 2000, obtuvo el premio Meritorio Plástica, Arco Iris Maya; y en 2002 el grado de Emeritissimum»de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC).
Su primera exposición personal la montó en 1957 y ha participado en varias, entre ellas: la del Museo Regional de Chiapas, México; Museo Vaticano, Roma, Italia; Expo 92, en Sevilla y Casa Do Brasil, Madrid, España.